Fiandino
falleció el 17 de septiembre de 2020 a los 79 años. Estaba internado a causa de
una neumonía.
"Cacho",
como lo conocía todo el ambiente futbolero, fue un emblemático entrenador que
entró en la historia de la Liga Villamariense y la Liga de Río Cuarto.
Era un técnico
muy querido, que conquistó títulos y dirigió
a muchos jugadores importantes de la provincia de Córdoba. Fue el DT que
sacó campeón por única vez a San Lorenzo de Las Perdices. Anduvo por La
Patagonia y Estados Unidos.
Pero su nombre se hizo popular debido a que
fue el DT que hizo debutar con 15 años a un tal Pablo Guiñazú en Acción Juvenil
de General Deheza. También fue importante en la carrera de Julio Buffarini, jugador de Boca.
ASÍ ERA "CACHO"
Cacho se erigió como futbolero de ley en La Patagonia. Allí jugó en primera división con la camiseta de Independiente de Trelew en el Nacional de 1972, a donde regresó 28 años después, pero como entrenador.
En 1978 también estuvo en la Liga de Los Ángeles, en Estados Unidos, y tiempo después llegó a la Liga Villamariense para ser campeón con San Lorenzo de Las Perdices, en 1984.
Un año después de aquella gesta, Fiandino volvió a Estados Unidos con dos jugadores locales: el arquero Gustavo “Pato” Bomprezzi (gran basquetbolista también) y Sergio Molina.
En el país del norte se quedó hasta los ’90, luego de brindar también clínicas de fútbol.
Cuando volvió a Las Perdices fue convocado por Acción Juvenil de General Deheza, al que sacó campeón de la Liga de Río Cuarto en el ’90, ’91 y ’92.
Fiandino volvió a dirigir en Chubut en el ’98, como así también a Independiente Dolores (Liga 25 de Mayo); también fue campeón en la Liga Bellvillense y dirigió a Rivadavia de Arroyo Cabral durante una buena campaña en el Argentino B.
Además, Fiandino condujo a Estudiantes de Río Cuarto (Argentino B 2005), a la Selección de Córdoba en los Juegos Binacionales y a los dos clubes emblemáticos de Oliva, Vélez Sársfield (2007) e Independiente de Oliva (2018).
Pero además, Cacho fue muy recordado en Ticino, ya que dirigió en diferentes oportunidades a ese equipo, con una última experiencia en 2017.
Apasionado
del fútbol, Fiandino fue también un hombre de bien, querido por su gente, y
hasta por los animales, ya que siempre fomentaba el cuidado de las mascotas y
nunca dejaba pasar alguna fotito con los perros.