Según informa el medio local The Sheffield Star, el
libro llegó en un paquete por correo de primera clase junto a una nota escrita
por una mujer de Gales que explicaba que lo había encontrado entre las
pertenencias de su abuela fallecida, quien, a su vez, había especificado en su
testamento que debía ser devuelto a la catedral.
El reverendo canónigo Keith Farrow, quien se desempeña
como vicedecano y canónigo misionero en el templo, dijo que el libro, un
ejemplar de 1704 de 'Fe y práctica de un hombre de la Iglesia de Inglaterra',
está "hermosamente escrito" y, "obviamente, fue sacado de la
biblioteca de préstamos y no fue devuelto" en una época en la que la
catedral aún era considerada una simple iglesia.
"No estamos seguros de en qué lugar del edificio
estaba. Tenemos algunos libros de ese período, desde el georgiano temprano en
adelante, por lo que creemos que la biblioteca probablemente fue dispersada
durante el primer reordenamiento de la iglesia, a fines del período
georgiano", señaló Farrow.
El vicedecano bromeó sobre cuál sería la multa a pagar
por la tardanza de tres siglos en devolver la obra. "¡Podríamos construir
un techo nuevo o algo con el dinero de la multa!", dijo, aunque luego
aclaró que le había prometido a la familia que no se les cobraría nada.
"Devolvieron el libro y eso es maravilloso (…)
Ahora ha vuelto a casa, así que es un placer tener esta pequeña joya aquí en la
catedral de Sheffield", concluyó Farrow.