El dengue es un virus que puede afectar todas las edades de
la vida. Los cuatro serotipos de dengue (DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DEN-V 4)
circulan a lo largo de las Américas, y en algunos casos circulan
simultáneamente. La infección por un serotipo, seguida por otra infección con
otro serotipo diferente aumenta el riesgo de una persona de padecer dengue
grave o incluso morir.
Los síntomas más frecuentes entre los casos notificados
fueron fiebre, cefalea, mialgias, artralgias y dolor retroocular, seguidos de
náuseas, dolor abdominal, vómitos y diarrea.
Muchas personas infectadas suelen no tener síntomas o se les
manifiesta en forma leve. Cuando se presenta alguno de ellos es necesario
recurrir a la consulta médica y con una muestra de sangre se podrá confirmar el
diagnóstico. Pero lo verdaderamente importante es que al momento de presentar
síntomas evitemos que nos piquen mosquitos, a fin de cortar la cadena de
transmisión.
Para protegernos de las picaduras se recomienda vestir ropa
clara y de manga larga, y evitar la exposición en los horarios picos. Además,
existen diferentes repelentes: El DEET (N N-diethyl-m.toluamida) es ampliamente
utilizado y la protección depende de la concentración: el DEET al 10% protege durante 2/3 hs y al 25%, por 6
hs. En los niños se recomienda que no superen el 30% de DEET y no deben
utilizarse en menores de 2 meses de edad. Los repelentes ambientales eléctricos
deben estar a más de 1,5 metros de donde duerme el niño y se debe evitar
aquellos que producen humo en lugares cerrados.
La vacuna, una alternativa
La Organización Panamericana de la Salud desarrolló la
Estrategia de Gestión Integrada (EGI) para la Prevención y Control del Dengue
que incluye vigilancia epidemiológica, control de vectores y medio ambiente,
atención al paciente, laboratorio y vacunas. Hace tan solo unos meses, la ANMAT
aprobó una nueva vacuna de ADN recombinante tetravalente contra el dengue
(Qdenga) que contiene genes de las proteínas de superficie específicas de cada
serotipo, insertados en el esqueleto del dengue tipo 2.
La vacuna está indicada para la prevención del dengue en
personas a partir de los 4 años de edad en una dosis de 0,5 ml en un programa
de dos dosis (0 y 3 meses), independientemente del estado serológico previo,
mediante inyección subcutánea preferiblemente en la parte superior del brazo.
Por otro lado, está contraindicada en las siguientes
situaciones: hipersensibilidad a los principios activos o a alguno de los
excipientes o hipersensibilidad a una dosis previa de Qdenga; personas con
inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, incluidos los tratamientos
inmunosupresores como la quimioterapia o altas dosis de corticoesteroides
sistémicos en las 4 semanas previas a la vacunación, al igual que con otras
vacunas atenuadas vivas; personas con infección sintomática por VIH o con
infección asintomática por VIH cuando va acompañada de indicios de deterioro de
la función inmunitaria; mujeres embarazadas o en período de lactancia.
Esta vacuna nos brinda una herramienta más para combatir al
dengue. En los estudios de investigación mostró una eficacia del 90,4% para
prevenir la hospitalización por dengue y del 85,9% contra el dengue
hemorrágico, aunque varió según los serotipos. Debe considerarse para su
indicación a niños mayores de 4 años de edad y adultos que habiten en áreas con
riesgo de transmisión, con o sin infección previa, y viajeros a áreas endémicas
teniendo en cuenta el destino, serotipos circulantes, estación del año, tiempo
de estadía y características del viajero (mayor riesgo en aquellos que visitan
familiares y amigos). Recordar que para completar el esquema de 2 dosis a fin
de lograr una adecuada inmunización previa al viaje debemos consultar
preferentemente 3 meses antes.
La vacuna está disponible, por ahora, solo en vacunatorios
privados.